Desde tiempos remotos han llevado el nombre de “diablo grande” y “diablo chico” de Castilla.
El paisaje que nos rodea, especialmente en época del desierto florido, es maravilloso, perfumado y parejo de flores silvestres y no hay en otra parte de nuestro planeta un jardín tan extenso.
Turquesa, una hermosa niña que vivía en las alturas de Travesía, junto a su familia de cabreros; tomó el rumbo de los “remolinos” que en Septiembre se levantan como bailarines junto a las “añañucas” y los “lirios”.Con la “alforja” en sus hombros corría entre “cebollines “y “patas de guanacos” cómo una doncella celeste recogiendo la flor que más le llamaba la atención.
La espesa niebla matinal no le impedía avanzar ante los “cactus”.Inmensos” cardones” cuál centinelas trataban de impedir su avance, cómo señal de que algo podría sucederle.
La princesa celeste, nunca subió sobre éstos cerros, pero sus cabras la obligaron a seguirlas. Cuando la niebla se disipó en las quebradas aledañas un piño de cabras, esperaban a su pastora la que nunca bajó de los maléficos picos.
Cuenta Pedro Alquinta, que el llanto de la princesa celeste, se escucha en las montañas frías del desierto florido, cuando el pasa a la amina cerca de Chañarcillo, y que las lágrimas de la pastora quedaron incrustadas en las rocas del cerro “diablo chico” y “diablo grande” de Castilla.
Hoy ,la más hermosa de las flores del desierto florido,”turquesa”,está petrificada en el mineral semi precioso que existe en el lugar y se extrae para adornar en joyas para hombres y mujeres.
Es verdad ? Yo la tengo en mi libro del colegio
ResponderEliminarYo también lo tengo en el libro del cole y es verdad
EliminarHola quería saber un resumen de la historia por favor
ResponderEliminarCual son las señales de peligro que la protagonista no advierte
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